El proyecto parte del encuentro accidental con la práctica de elaborar altares neopaganos a partir de insumos comercializados en la Calle 53. Al profundizar en la investigación se encuentra una red de valores y principios feministas que acompañan los altares y rituales para la manifestación de intenciones y propósitos físicos, emocionales y espirituales, todo retroalimentándose con un mercado de insumos para altares existente pero fragmentado. Al tiempo, se reconoce el ornamento textil como expresión de tendencias relacionadas a luchas históricas de las mujeres y de empoderamiento feminista. Como respuesta al encargo de la clase se identifican estilos evidenciados en las estéticas de los altares, interpretados en categorías fluidas, transitorias y no mutuamente excluyentes: musa, bruja, naturalista y fuego, íntima. Como resultado del ejercicio se desarrollan textiles con las prestaciones para sostener las intervenciones que impliquen los rituales, siendo al tiempo insumo y expresión estética de las intenciones que canalizan.
Tendencias globales
Se consigue equilibrio al mantener conexión con los ciclos naturales, que son lo divino y lo sagrado. Los arquetipos y símbolos que comparten su poder para ese fin tienen sus propias narrativas, y se comunican con lo más profundo y sutil del cuerpo y la mente propias a través de los altares. Los altares traen a los arquetipos y símbolos a la cotidianidad de las nuevas generaciones y su mundo tangible, al corresponderse con sus procesos personales e intenciones. Los rituales que resultan de estas interacciones reconstruyen confianza en los poderes superiores y dan orden a los altares que las median. Así, consiguen canalizar los poderes del pasado y propios una vez se gana consciencia y se establece una conexión espiritual. Juntos, altares y el trabajo propio, logran manifestar el poder necesario para lograr las intenciones y los propósitos físicos, emocionales y espirituales que se buscan.
Capacidades locales
Como instrumento de análisis se mapean en este marco de dos dimensiones los distintos objetos arrojados por la investigación. En el eje horizontal se organizan según una noción de “limpieza” energética que se traduce desde la necesidad de comprar objetos que no traigan consigo intenciones distintas a las que se busca manifestar. Mientras en el eje vertical se organizan según su accesibilidad en el mercado de la 53.
En azul los objetos con potencial para oportunidades de diseño que fueron propuestos por el equipo de diseño y las mujeres participantes durante la investigación. También en el recuadro azul la zona más favorable del marco conceptual: mayor limpieza energética y mayor accesibilidad.
Tendencias locales
Se mapean tipos de objeto en función de cómo sirven a conformar un altar. Se incluyen los objetos canon para considerar altar un altar: las imágenes de los arquetipos y los elementales más comunes conectados a su respectivo elemento.
A partir de la ubicación de los objetos en este marco conceptual se ubican los contornos de cada estilo de objetos. Usando los conocimientos compartidos por vendedores y usuarias como base para identificar los usos de los objetos para los rituales y cómo se relacionan entre sí y con el altar.
Debido a la aproximación desde los objetos por separado, los estilos hallados no corresponden exclusivamente a alguna sensibilidad. Por el contrario, los diferentes estilos de los objetos se usan en mayor y menor medida para cada una de las sensibilidades dependiendo de las intenciones y necesidades espirituales de la persona manifestadas a través de sus rituales y altares.
Se resaltan los objetos de las capacidades locales que destacaron por su potencial para oportunidades de diseño dentro de la perspectiva de investigación. Que resultan compartiendo una misma estética semiótica tácita (eje y), así como un rango de perduración similar (eje x). Estas características resultan siendo la zona más favorable de este marco conceptual para el proyecto, que muestra el recuadro azul.
Consumidoras avanzadas
Cada altar es un puente que comunica arquetipos y símbolos con la identidad e intenciones personales, por lo que al estudiar los altares se estudian rasgos profundos de las personas. De manera que mapear la estética (desde lo perceptual, semiótico, y prestacional) de las prácticas espirituales de las personas permite inferir los patrones estéticos de las sensibilidades.
Es posible entender las sensibilidades como abstracciones de un continuo cuando se entiende que las prácticas rituales y sus manifestaciones estéticas no son estáticas ni rígidas en la experiencia y procesos que atraviesan las mujeres. Por lo que una misma mujer puede identificarse con una, varias o todas las sensibilidades (incluida la sensibilidad intima). Y que esa identidad puede cambiar a cualquier velocidad y en cualquier momento.
A partir de la ubicación de las personas en el marco conceptual se ubican los contornos de cada sensibilidad. De manera que corresponda con la información declarada por las personas a lo largo del proceso de investigación. Los nombres dados a cada distinta categoría de consumidoras avanzadas vienen de atributos empoderadores dados entre sí entre mujeres de comunidades feministas.
Para incluir a la mayor cantidad posible de ellas, las oportunidades de diseño deben poder conectar con la mayor extensión posible del espectro manifiesta–íntima que se identifica en las sensibilidades. Extendiéndose desde lo muy manifiesto para abarcar a las sensibilidades Musa y Bruja y lo más cerca posible a las sensibilidades más íntimas. El recuadro azul muestra la zona más favorable del marco conceptual construido.
Textiles neopaganos feministas
Históricamente los textiles han estado estrechamente relacionados con las mujeres, pero fuera de la correlación que se presume desde razonamientos machistas, por el reconocimiento de las manifestaciones políticas y culturales que han retroalimentado mutuamente esa relación. Empezando por el histórico incendio de la fábrica textil y llegando al presente con el uso de las pañoletas como manifestaciones de resistencia y lucha.
Fotografías de acceso público en la web.
Los textiles como objeto de ornamento corporal están cargados de los significados y prestaciones que la moda implica. Pero, en los textiles que se proponen se suman dos capas de valor y complejidad: las prácticas espirituales neopaganas y el feminismo.
Desde el neopaganismo se entiende el textil como un amuleto capaz de traer al cuerpo y al momento presente distintas intenciones espirituales y emocionales. Mientras desde el feminismo se carga al textil de un poder de lucha y resistencia que lo ha acompañado en el pasado y en el presente volviéndolo un manifiesto en sí mismo.
Las pañoletas resultan un ejemplo de tendencia global que dialoga claramente con los conceptos encontrados en la investigación de tendencia: poder legendario y romper programaciones. Su origen conecta con símbolos de generaciones pasadas de mujeres que usaron el listón morado como emblema de olas de lucha por sus derechos. Y en el presente son manifestación de intenciones transformadores que se enfrentan de cara a aquello que las limita como ciudadanas y como mujeres.
Y no solo dialoga, sino que estos objetos textiles representan fielmente la tendencia central encontrada que es la búsqueda de mediar esos dos conceptos tan enfrentados para dar equilibrio y estabilidad a las mujeres desde posturas individuales y propias hasta posturas colectivas y comunes. Las pañoletas verdes y moradas son la materialización de las prácticas rituales que sostienen y fortalecen la lucha feminista en Latinoamérica. Su uso empodera a la mujer y también a las mujeres a su alrededor. Y, cuando ese objeto textil tiene un origen noble y genuino, también resulta en un talismán que se embebe de los logros y duelos de las mujeres a nivel global.
De lo explícito a lo tácito
Se identifica una población importante de mujeres que, si bien comparten ideales y prácticas feministas, no se identifican o afilian a la comunidad como para portar las pañoletas representativas verde o morada. Estas pañoletas por lo general sirven a intenciones políticas de maneras explícitas; siendo su uso visible, directamente como ornamento corporal o como complemento de vestido, una declaración pública y explícita de identidad y de afiliación.
Las pañoletas verde y morada del movimiento feminista se pueden ubicar en el marco de análisis de las tendencias locales, al igual que otras posibilidades de ornamento corporal que se pueden incluir en el espectro entre lo tácito y lo explícito.
Desde la perspectiva de los estilos de objetos que se han identificado la propuesta corresponde a una versión amuleto de los textiles que ya se usan como mediadores. Sin que esto altere su capacidad de conectar con las intenciones espirituales (y políticas) propias de las mujeres que los usen. Ante esto se construye una propuesta de valor para los textiles espirituales cuya estética semiótica se incline más a lo tácito que a lo explícito.
Amuletos textiles
Partiendo de las sensibilidades se identifican distintos usos en el cuerpo que se le pueden dar a textiles intervenibles. Las estéticas de las sensibilidades completan el ejercicio para ubicar algunos objetos textiles de ornamento corporal que se corresponden con las prácticas rituales de cada sensibilidad.
En total se maquetan 8 presentaciones del producto, cada una correspondiendo a uno de los tamaños de silueta, que se reinterpreta acorde a cada una de las sensibilidades. Y adicional se propone otra línea de producto de autor, centrada en alguna mujer líder dentro de comunidades reconocidas por la lucha feminista, donde esta mujer interviene el textil, infeccionándolo para algún fin particular.
Cada una de las piezas se organiza en el marco de sensibilidades y consumidoras avanzadas para visualizar el proceso de maquetado de la propuesta estética y conceptual.
Musa
Bruja
Naturalista
Fuego
Íntimo
Partiendo del entendimiento fluido y transitorio de las sensibilidades se hace posible ofrecer los textiles a la sensibilidad Íntima usando una comunicación alusiva más las intenciones y prácticas que a las expresiones estéticas del resto de sensibilidades.
Pieza de autora (naturalista)
"Esta pashmina fue pensada para acompañar a las mujeres en sus exploraciones internas, como en la meditación, ya sea como lugar cómodo y seguro para sentarse y delimitar su espacio, como cubierta protectora del frío y lugar de contención, y también para sus exploraciones externas como espacio de compartir con otros seres."
- Gabi
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